Por: Javier Ossio | Director de Consultoría
En la búsqueda encarnizada por sobrevivir y ser líder en el mundo de los negocios, la ciencia de la tecnología van poniendo a nuestro alcance más y mejores herramientas que nos ayudan a crear, controlar y agilizar nuestros procesos. Sin embargo, también es muy común caer en el error de no tocar los procesos e invertir equivocadamente en tecnología. A continuación, te comparto tres de los errores más comunes:
1.-Mantener los mismos procesos con tecnología más cara: Una historia muy común es la de la empresa que realizó una inversión importante para implementar un sistema de cómputo que lo apoyara en la toma de decisiones. Sin embargo, después de haber capacitado a los usuarios, el director de finanzas da la instrucción que, como siempre, su asistente le dejara en su escritorio las compras y pagos que debía firmar y aprobar. Al final, aunque tengas un supersistema, si no permites que tus procesos cambien o se agilicen, estarás perdiendo mucha plata.
2.-Comprar ‘gadgets’ que no utilizamos. Compramos tecnología que es sexy, pero de poco uso. Un ejemplo es cuando queremos bajar de peso y compramos un ‘smartwatch’ que te dice los latidos, horas de sueño, pasos recorridos, geolocalización y más, pero al final solo nos recuerda todo lo que aplazamos nuestros ejercicios y nos alejamos de nuestros objetivos. Es incorrecto pensar que gracias al ‘smartwatch’ bajarás de peso. Lo mismo pasa en las empresas que invierten millones en tecnología, pero al no cambiar la forma de trabajo no logran sacar provecho de su inversión y, a la larga, pagan más por los mismos problemas.
3.-Establecer controles que nunca se respetan:
Cuando somos muy optimistas y decidimos cambiar totalmente la forma de hacer las cosas al mismo tiempo que invertimos en tecnología caemos en el error de implementar controles tan escritos que la empresa entra en inoperabilidad y debe renunciar a la inversión para volver a trabajar como lo hacía durante años.
"La tecnología pone a nuestro alcance artefactos que mejoran nuestros procesos"
Es evidente que para sacar el mayor jugo a tus proyectos de innovación tecnológica primero debes invertir en mejorar tus procesos y mejorar tus prácticas; de no ser así, corres un altísimo riesgo de encarecer tus problemas con tecnología.