Por: Christian Salas | Director General

 

Si alguien me hubiera dicho que hoy iba a estar donde estoy, seguramente le hubiera dicho que estaba loco, que todas las aventuras que me contaba no eran reales y que me estaba hablando de un viaje imposible.

 

Hoy quiero contarte aquello que a veces en mi soledad de emprendedor no puedo confiar a nadie y, sobre todo, intentar que tú puedas viajar por un camino menos tortuoso que el mío. Aunque como bien dicen: “Nadie escarmienta en cabeza ajena”.

1. Emprender es hacer. Hay que ser disruptivo en el mercado de hoy y bla, bla, bla, todos estamos llenos de ideas, pero armarte de valor y hacer las cosas eso es lo canijo. Hay que echar la rueda a andar y asumir que lo perfecto es enemigo de lo lograble. En la empresa nos pasa siempre: hacemos una innovación a los procesos y cuando ya estamos por terminar, se nos ocurren nuevas ideas y se vuelve un cuento de nunca acabar. Es muy cansado, pero la verdad es que no solo me divierte si no que me llena de emoción, como cuando te subes a una montaña rusa y vas de subida, tranquilo y de repente...... Aaaaaa.

 

2. Emprender es aguantar. “Es una carrera de resistencia, en la que gana el que más aguanta, no el que más rápido llega”. Diario se presenta un tema nuevo, algo que atender, alguna urgencia. Cuando mi esposa lea esto se va a reír, siempre me dice: “¿Otra vez? Para ti, todo es urgente...” Cuando crees que tienes todo controlado, vuelve a saltar la liebre y aunque te anticipes mucho, la gente viene y se va, los mercados cambian, las condiciones políticas y económicas se mueven y lo único que te queda es aguantar y ajustar, aguantar y ajustar.

 

3. Emprender es cambiar. Hoy gracias a Dios, tengo una empresa que está creciendo, mi familia cada vez está mejor y las de mis socios y mis colaboradores, también. En estos 10 años, la empresa es completamente diferente, la idea con la que empezó ya cambió y ahora es completamente diferente. Ayer me dijo un buen amigo: “Que razón tenías, hace dos años, empecé con una idea de negocio y hoy el mercado me ha llevado a hacer otra cosa”.

 

Las empresas son seres vivos, van creciendo, madurando, como los hijos. ¡Ah, cómo cuestan trabajo!, pero sin duda cómo es gratificante verlos salir adelante.

 

Por: Christian Salas | Director general

 

La empresa mexicana con sede en Querétaro maneja sistemas de alto nivel tecnológico sistemas de alto nivel tecnológico.

Las empresas se parecen mucho al cuerpo humano; lo que para unas es excelente para otras resulta tóxico. “No hay enfer medades, sino enfermos” se dice desde la antigüedad. Sin embargo, hay aspectos que son universales para conservar la salud. Por ejemplo, conocer y respetar los ciclos de sueño y alimentación. También saber el grado de madurez del desarrollo corporal resulta indispensable para decidir qué método usar para mantenerse sano.

En entrevista exclusiva, Christian Salas, director general de Efficientix, señala que “las empresas son como el cuerpo humano. No hay recetas universales, pero sí hay aspectos generales que se requieren conocer y respetar. Estos aspectos se pueden resumir en el concepto de ‘buenas prácticas’, no ‘mejores prácticas’, porque nada puede ser ‘lo mejor’ siempre. Hay que adaptar los conceptos empresariales globales bajo dos enfoques: los grados de madurez de la empresa en sus cuatro aspectos: proyectos, procesos, planeación y manejo del cambio y; la estabilidad y la predictibilidad de las operaciones contables y financieras”.

 

 

 

Efficientix es una empresa mexicana con sede en Querétaro que es parte de la ola más innovadora de empresas a nivel global. Se trata de sistemas de alto nivel tecnológico (Oracle Netsuite) adaptados minuciosamente a empresas de diferentes industrias, con formatos y procesos precargados, de tal manera que en solo unos meses puedan utilizar de manera intensiva sistemas antes solo disponibles a los corporativos.

 

 

Christian señala que, “por el momento, estamos impulsando el aspecto financiero en general de cualquier tipo de empresa, pero en pocos meses podremos ofrecer aplicaciones prediseñadas para empresas de diferentes giros concretos como salud, educación, manufactura y así hasta 21 tipos que es lo que ahora en Estados Unidos y Europa está causando furor. Somos los primeros en México y orgullosamente ubicados en Querétaro con oficinas en Monterrey, Ciudad de México y Guadalajara”.

 

Por: Javier Ossio | Director de Consultoría 

 

En la búsqueda encarnizada por sobrevivir y ser líder en el mundo de los negocios, la ciencia de la tecnología van poniendo a nuestro alcance más y mejores herramientas que nos ayudan a crear, controlar y agilizar nuestros procesos. Sin embargo, también es muy común caer en el error de no tocar los procesos e invertir equivocadamente en tecnología. A continuación, te comparto tres de los errores más comunes:

1.-Mantener los mismos procesos con tecnología más cara: Una historia muy común es la de la empresa que realizó una inversión importante para implementar un sistema de cómputo que lo apoyara en la toma de decisiones. Sin embargo, después de haber capacitado a los usuarios, el director de finanzas da la instrucción que, como siempre, su asistente le dejara en su escritorio las compras y pagos que debía firmar y aprobar. Al final, aunque tengas un supersistema, si no permites que tus procesos cambien o se agilicen, estarás perdiendo mucha plata.

2.-Comprar ‘gadgets’ que no utilizamos. Compramos tecnología que es sexy, pero de poco uso. Un ejemplo es cuando queremos bajar de peso y compramos un ‘smartwatch’ que te dice los latidos, horas de sueño, pasos recorridos, geolocalización y más, pero al final solo nos recuerda todo lo que aplazamos nuestros ejercicios y nos alejamos de nuestros objetivos. Es incorrecto pensar que gracias al ‘smartwatch’ bajarás de peso. Lo mismo pasa en las empresas que invierten millones en tecnología, pero al no cambiar la forma de trabajo no logran sacar provecho de su inversión y, a la larga, pagan más por los mismos problemas.